Bodega Cepa Bosquet cumple 15 años con una nueva vendimia en la que espera molturar unos 300.000 kilos de uva
La bodega Cepa Bosquet, que se asienta en plena Alpujarra almeriense desde la entidad local de Fuente Victoria, ha arrancado esta semana la nueva temporada de vendimia con la que alcanza ya los 15 años en activo desde que dio inicio a una nueva andadura familiar, la cual le ha llevado en los últimos cuatro años ser la bodega de Almería que más kilos de uva ha molturado.
La noticia fue recibida hace apenas unos días tras una inspección rutinaria del Sistema de Información de Mercados del Sector Vitivinícola del Ministerio de Agricultura, según ha explicado en una entrevista concedida a Europa Press la enóloga Virginia Bosquet.
“Somos una de la últimas bodegas que se han hecho en Almería y nos quedamos sorprendidos”, ha indicado la responsable, quien prevé que a lo largo de esta campaña que acaba de arrancar y que se extenderá hasta finales de octubre se lleguen a molturar aproximadamente unos 300.000 kilos de uva de distintas variedades.
Mediante los métodos de recolección tradicional, la bodega ha comenzado ya a cortar los primeros racimos de la variedad Chardonnay, “que es la que primero madura”, y que se encuentra en uno de los viñedos familiares que se reparten en 50 hectáreas entre Laujar de Andarax, Fondón y Alcolea. “Todo es vendimia manual, como se ha hecho toda la vida, como la que hacían mis abuelos y bisabuelos”, ha incidido la enóloga.
Las previsiones apuntan a unos vinos de “muy buena” calidad para este año, ya que la climatología que se da en este espacio, con plantaciones ubicadas entre los 950 y 1.200 metros de altitud, ha favorecido a la vid con “días calurosos y noches frescas”, llegando a saltos térmicos de hasta 19 grados centígrados, lo que ha permitido una lenta maduración de la uva y unos parámetros “equilibrados”.
Las previsiones iniciales señalan que la producción de uva de este año puede rondar “entre un 20 o un 30 por ciento” por encima del pasado año; un aspecto que va ligado también a las precipitaciones que, a pesar de haber sido ligeramente superiores a las de 2020, siguen por debajo de lo normal, sin llegar a los 300 litros acumulados frente a los 500 o 600 litros que habitualmente caen en la zona.
“Estamos en un enclave idílico para el viñedo”, ha detallado Bosquet, quien de cara a la elaboración de los vinos ha trasladado la apuesta de la familia por caldos concentrados, con cuerpo y que aguanten el envejecimiento en barrica, para lo que al inicio de julio se procede al aclareo o raleo de los racimos, con los que se elimina parte del fruto para el que queda en la planta tenga una mayor concentración de aromas.
En este sentido, Bosquet ha considerado que el no depender de otros viticultores facilita este proceso por el que se obtiene entre un kilo y un kilo y medio de uva por cada una de las cepas. “Al final depende del objetivo de cada bodega, si lo que prima es la cantidad o la calidad, se hacen los trabajos en campo de una forma u otra. No nos importa tener menos producción, pero buscamos vino de alta calidad y para eso no hay más remedio que quitarle carga a la planta”, ha detallado.
UNA DECENA DE VARIEDADES
El proceso de vendimia continuará en las próximas semanas con la recogida, en primer lugar, de dos de las variedades blancas, con lo que tras el Chardonnay se seguirá con Viognier y de ahí, ya al Tempranillo, Syrah y al Macabeo hasta finalizar las últimas recolectas con Cabernet Sauvignon y Petit Verdot, entre otras como Merlot y Garnacha. También se deja para el final de temporada el corte de una partida sobremadura de Syrah con la que se elabora vino dulce.
Además, la bodega cosechará durante este año por segunda vez una variedad autóctona de la Alpujarra recientemente recuperada tras haberse perdido años atrás a causa de una plaga de filoxera: la vigiriega. “Hemos podido recuperarla trayendo sarmiento desde Canarias, donde también es autóctona”, ha dicho Bosquet, quien ve en este tipo de uva el fruto ideal para elaborar espumosos gracias a su punto de acidez.
La recuperación de esta planta va acompañada de su cultivo en terreno ecológico, al igual que las variedades de Petit Verdoc, lo que abre una nueva línea de producto para la bodega. Conforme a los tiempos de fermentación y maduración estimados para este vino, se prevé que las primeras botellas puedan salir al mercado a finales de 2022.
“Al final cuando se ve la botella de vino encima de la mesa no se sabe valorar el trabajo que hay no solo en la bodega sino también en el viñedo”, ha estimado Bosquet, para quien el impacto de la covid-19 en su empresa ha sido bajo puesto que el 95 por ciento de la producción se vende dentro del término provincial almeriense y no solo está enfocada a la hostelería, sino también a supermercados, tiendas especializadas, centros comerciales y grandes superficies.
El circuito en puntos de venta con el que cuenta la firma ha permitido a la bodega esquivar la entrada en un ERTE y dar salida a la producción. “Nuestro mejor premio es ese, el que ahora cuando empieza la vendimia nuestros depósitos están vacíos, listos y preparados para recibir la uva de la campaña nueva, no tenemos problemas de estocaje ni vinos acumulados”, ha reconocido con el “orgullo” de ser una marca aceptada en la provincia.
Si bien lamentan que aún no sea posible la organización y asistencia a ferias especializadas, la bodega mantiene las visitas guiadas con catas dirigidas a las fincas, que realiza en fin de semana, aunque con un aforo mucho más reducido, de 25 personas por grupo como máximo para garantizar los protocolos ‘anticovid’. “Ahora que está de moda saber de vinos, nosotros en la visita explicamos todo sobre la elaboración del vino y ofrecemos un aperitivo con productos de la zona que tiene muy buena aceptación”, ha manifestado.