El 061 reconoce a la Universidad de Almería como zona cardioasegurada

Un total de 109 centros cuentan en la provincia con este reconocimiento del servicio de emergencias sanitarias 061, encargado de la gestión de esta acreditación en la Comunidad
La delegación territorial de Salud y Consumo ha concedido la distinción de “Zona Cardioasegurada” a la Universidad de Almería, tras cumplir con los requisitos en materia formativa e instalación de desfibriladores externos semiautomáticos. El delegado de Salud y Consumo, Juan de la Cruz Belmonte, ha hecho entrega de este distintivo al rector de la Universidad, Carmelo Rodríguez, en un acto celebrado en el rectorado de la Universidad y que ha contado con la presencia de la directora provincial del 061en Almería, María Luz García.
Así, la Universidad de Almería ha recibido este distintivo al tener 14 zonas cardioaseguradas dentro de sus instalaciones. Estos espacios son el edificio de Gobierno y Paraninfo, el edificio Central, el edificio CAE, el Aulario I, la biblioteca, el Departamental C, el Pabellón Deportivo, el Centro Deportivo, el Servicio Médico, los edificios de Ciencias de la Salud, CITE III, CITE V y CITIC, al tiempo que dispone de un desfibrilador en el coche de seguridad que da apoyo a todo el recinto universitario.
Según lo establecido en la Orden de 4 de junio de 2013 (BOJA 113/2013), el 061 de Andalucía es el encargado de la gestión y registro de las organizaciones que disponen del certificado de “Zona Cardioasegurada”, que constata que dichas instituciones han formado a sus profesionales y han ubicado desfibriladores en sus instalaciones, en el número y los lugares adecuados. Todos estos reconocimientos certifican que las instalaciones y zonas públicas y privadas distinguidas disponen de personal entrenado para actuar ante una parada cardiaca, situándose en la provincia de Almería un total de 109.
El delegado territorial de Salud y Consumo ha incidido en la importancia de que la Universidad de Almería cuente con una distinción “que se traduce en saber cómo reaccionar ante una parada cardiaca y de esta forma poder salvar una vida y evitar graves secuelas”. Ha apuntado que este reconocimiento “certifica que las instalaciones de la UAL “disponen de personal entrenado y los recursos necesarios para actuar ante una parada cardiaca”.
Carmelo Rodríguez ha señalado que “se trata de una certificación que nos enorgullece haber conseguido porque significa que contamos con el número necesario de desfibriladores para salvar vidas y que estos están situados en los lugares adecuados para aplicar las técnicas básicas de reanimación cardiopulmonar, vitales en los primeros 3 o 4 minutos, lo que puede aumentar las posibilidades de supervivencia de las víctimas en más del 50 por ciento”.
Otras distinciones entregadas
Un total de 95 instalaciones en la provincia de Almería han recibido este reconocimiento a lo largo de los últimos cinco años. En el año 2022 obtuvieron la certificación los colegios Almerimar (Almerimar), Virgen del Saliente (Albox) y Compañía de María (Almería); las sociedades cooperativas de San Isidro Labrador (Elejido) y Hortamar (Roquetas de Mar); el hotel Cabo Gata Jardín en Almería y los conjuntos residenciales de Los Jazmínes -Mar de Pulpí Fase III (San Juan de los Terreros) y Oliveros-La Térmica Fase II (Almería); las empresas Agrupasem y Agrupapulpí S.A. (PulpÍ), Deretil S.A.U. (Cuevas de Almanzora), CAUCE TM S.L. (Pulpí), Contratas y Ventas SAU (Vícar) y Caparrós Nature S.L. (Almería).
Por otro lado, también se han cardioasegurado las comunidades de propietarios Las Azucenas (San Juan de los Terreros) y La Jarilla en Almería, Protección Civil de la Diputación de Almería, el restaurante Asador Portocarrero La Cepa (Huércal de Almería), el gimnasio Sinergym de Almería, el Club de Tenis (Huércal de Almería) y la academia Easyway de la capital.
A estas instalaciones hay que añadir las 20 reconocidas en 2018 entre las que se encuentran la Policía Nacional de Almería, la Comandancia de la Guardia Civil de Almería, la Jefatura de la Policía Local del Ayuntamiento de Almería, el Hotel Barceló en Retamar, el Club de natación de Almería, la empresa Integra 2, S.L y un total de 11 instalaciones del Ayuntamiento de Vera.
A ellas se suman otras 52 que han ido recibiendo el distintivo desde 2013, entre las que están el Alcazaba de Almería; la Delegación Territorial de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo; la Clínica Radiológica CIMAR SL; la Residencia tiempo Libre de Aguadulce; el Centro de Prevención de Riesgos laborales de Almería; el Colegio La Salle Virgen del Mar; la Capitanía Marítima; el Centro de Investigaciones Energéticas Medioambientales y Tecnológicas; el Centro de Internamiento de Menores Infractores Tierras de Oria; el Instituto de Educación Secundaria `Albaida´: el Colegio `Stella Maris´ y la Tesorería General de la Seguridad Social, – tanto en las tres oficinas de que dispone en la capital, como en ubicadas en El Ejido, Huercal Overa y El Pueche -; el Complejo Deportivo Municipal del Toyo; el Estadio Juan Rojas; el Estadio Municipal y el Palacio Municipal de los Juegos Mediterráneos, las pistas anexas al Estadio de los Juegos, todos ellos pertenecientes a la delegación al Patronato Municipal de Deportes del Ayuntamiento almeriense; la Ciudad de la Justicia; la Residencia de mayores `El Zapillo´; El Club del Mar; el Centro Astronómico Hispano Alemán; las farmacias ‘Juan de la Cruz Belmonte Mena´ y `Loma de la Mezquita´, ubicadas en Vera y en El Ejido respectivamente; el instituto público de educación secundaria Abdera (Adra); el Colegio de Médicos de Almería; la empresa EGO Sport Center; los centros deportivos Distrito 6 y Rafael Florido; el colegio diocesano de San Idelfonso; la Clínica Soldent Sanur Emergencias; el distrito sanitario de atención primaria de Almería e instalaciones de la delegación de Igualdad, Salud y Políticas Sociales.
Cadena de supervivencia
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo occidental y, entre ellas, ocupa un lugar destacado la muerte súbita cardiaca que suele ocurrir, de manera mayoritaria, fuera del entorno hospitalario. La correcta atención a la parada cardiorrespiratoria consiste en la aplicación precoz de una serie de acciones conocidas como cadena de supervivencia que incluye, por este orden, el reconocimiento de la situación y activación del sistema de emergencias sanitarias, el inicio inmediato de las maniobras de soporte vital básico, la desfibrilación eléctrica precoz y la rápida instauración de las técnicas de soporte vital avanzado.
RCP Telefónica
Desde los centros coordinadores de urgencias y emergencias del 061, ante una situación de sospecha de parada cardiorrespiratoria, se anima y se explica a los alertantes como realizar estas maniobras básicas mientras que llegan los equipos de emergencias al lugar del suceso, dado que está demostrado que intentar aplicar estas técnicas a pesar de no tener conocimientos previos en primeros auxilios, ayuda a muchos pacientes.
Estos episodios, que pueden sobrevenir en cualquier lugar con pequeños síntomas como el ahogo y la pérdida de conocimiento, están motivados generalmente por problemas de fribrilación ventricular y de taquicardia ventricular sin pulso, que impiden el bombeo de la sangre y la llegada de oxígeno a todo el cuerpo.
Los cinco minutos posteriores a una parada cardiorrespiratoria son claves para el afectado y por ello es fundamental que la persona que tiene el contacto inicial actúe de forma inmediata alertando a los equipos de emergencias sanitarias y aplicando entre tanto técnicas de reanimación básicas, como la ventilación boca a boca y el masaje cardiaco externo.
La disponibilidad de un equipo de desfibrilación eléctrica precoz, que puede ser utilizado por personal ajeno a la profesión sanitaria con la realización de un curso básico de entrenamiento, añade el recurso más eficaz para restablecer el ritmo cardiaco viable y reducir al máximo el riesgo de muerte. La supervivencia de muchas de las víctimas depende de que se apliquen las técnicas básicas de reanimación cardiopulmonar en los primeros 3 o 4 minutos, lo que puede aumentar las posibilidades de supervivencia en más del 50% de los afectados.