El 29 de marzo, huelga general

Los sindicatos CCOO y UGT han convocado de manera conjunta una huelga general en contra de la reforma laboral el próximo 29 de marzo después de que ambas centrales lo hayan acordado por unanimidad en sus respectivos órganos de dirección.
“Es una huelga general justa y necesaria. No hay precedente en la historia de los cambios laborales en nuestro país de una decisión tan brutal”, ha afirmado Cándido Méndez, secretario general de UGT, en una rueda de prensa.
Por su parte, el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, ha afirmado que el paro general “no es un fin, sino un medio” para conseguir que el Gobierno se siente a negociar la reforma laboral durante su trámite parlamentario.
Críticas y apoyos políticos
La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, ha advertido de que la crisis es “tan grave” que España “no está para huelgas generales”, mientras que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha pedido “esfuerzos constructivos” tras reunirse hasta 32 veces con los sindicatos.
Por su parte, el secretario de Organización del PSOE, Óscar López, ha asegurado que “ninguna huelga es deseable” y ha emplazado al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a desconvocarla mediante el diálogo. Mientras, UPyD ha pedido “reflexión” e IU ha exigido al Ejecutivo que “dé marcha atrás”.
Las organizaciones empresariales han señalado por su parte su preocupación por “el impacto negativo” que tendrá la huelga “en la actividad económica, la creación de empleo, la imagen de España en el exterior y la confianza de los inversores”.
Las razones de los sindicatos
En una rueda de prensa conjunta y con una gran pancarta en la que se podía leer el lema ’29 de marzo huelga general. Quieren acabar con los derechos laborales y sociales. Con todo’, los líderes sindicales aseguraron que ha sido el Ejecutivo el que ha hecho “inevitable” la convocatoria de la huelga al haber desoído las ofertas de los sindicatos para llevar la reforma laboral al diálogo social. Según Toxo, el Gobierno tiene “el plazo de un mes” para dar paso a las alternativas remitidas por los sindicatos a la reforma laboral.
“Facilita el despido, y puede ser una puerta amplísima que se abre en contexto de crisis para la destrucción de puestos de trabajo”, añadió Toxo. Méndez aseguró que la reforma laboral “tiene el despido como principio y fin y como eje”.
Sexta huelga general
Ésta será la sexta huelga general de 24 horas de la historia de España y la segunda que se convoca a un Gobierno del PP, tras la que CCOO y UGT le hicieron en 2002 al Ejecutivo de José María Aznar en protesta por la reforma de la protección por desempleo y de la Ley Básica de Empleo.
La fecha elegida, el jueves 29 de marzo, coincide con el paro general convocado por los sindicatos nacionalistas en País Vasco y Navarra contra la reforma laboral y el día previo a la presentación de los Presupuestos Generales del Estado para 2012.
Los sindicatos consideran la reforma laboral aprobada por el Gobierno del PP de manera unilateral como “la más regresiva” para los derechos de los trabajadores y desde su puesta en marcha han ido combatiéndola en las calles con manifestaciones, concentraciones y otros actos de protesta.
Fracaso del diálogo
La idea que siempre han tenido las centrales sindicales era la de caminar hacia una escalada de movilizaciones, acompasándola al ánimo de la población. Aunque en ningún momento descartaron convocar una huelga general, su intención siempre ha sido la de parar la reforma antes de tener que llegar a esa decisión.
Para ello, además de las movilizaciones en las calles, los sindicatos se han dirigido en numerosas ocasiones al Gobierno para pedirles que abriera un escenario de negociación donde echar por tierra aquellos aspectos de la reforma más lesivos para los trabajadores.
Enviaron dos cartas al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para pedírselo, incluyendo en la última de ellas sus alternativas a la reforma laboral, como la creación de un contrato para empresas de menos de 25 trabajadores con una indemnización creciente de cinco días por trimestre.
Los sindicatos dieron de plazo al Ejecutivo hasta ayer, día en que la reforma se convalidó en el Congreso, para darles una respuesta y anunciaron la convocatoria de sus órganos de dirección para este viernes a fin de decidir si iban o no a la huelga.