EL MUNDO.- La desaparición de la EpC divide una vez más a la comunidad educativa
El PP ha considerado que la asignatura de Educación para la Ciudadanía (EpC), cuya polémica puesta en marcha llegó a involucrar incluso al Tribunal Supremo, debe ser sustituida por otra de “libre de adoctrinamiento ideológico”. Seis años, 3.000 procesos judiciales abiertos y 55.000 familias convertidas en ‘objetoras de conciencia’ después, el ministro José Ignacio Wert ha anunciado la creación de Educación Cívica y Constitucional (ECC) en el marco de una nueva reforma educativa. [¿Qué educación queremos? | Las cifras del fracaso | La reforma número 13]
Poco han cambiado las posturas desde 2006, aunque lo que llama la atención es que desde casi todos los frentes se insta a combatir el fracaso escolar como verdadera y sólo el primero de los tres será obligatorio-.
Pero en el debate público EpC y su sustituta siguen dando que hablar. De hecho, la medida ha vuelto a poner sobre la mesa la división en la comunidad educativa.
Las asociaciones que desde el primer momento han criticado esta materia por considerarla horas de “adoctrinamiento” -lo relativo a hablar en las aulas de educación sexual, homosexualidad y matrimonio ‘gay’ fueron algunos de los puntos que más dieron que hablar- aprovechan para aplaudir al Ministerio. Las criticas llegan desde organizaciones de padres y profesores que lo consideran una cesión a los “fundamentalistas religiosos”. Estas son algunas de las posiciones:
– ‘Traerá crispación, según los sindicatos. Las ramas de Enseñanza de los sindicatos CCOO y UGT han subrayado que este cambio “traerá crispación sobre un asunto que ya estaba resuelto en la comunidad educativa”, según el secretario general de FETE-UGT, Carlos López. Por su parte, el presidente del sindicato independiente ANPE, Nicolás Fernández, ha calificado de “correcto” el cambio de denominación de la asignatura y el hecho de que se mantenga una “formación sobre aspectos como nuestra Constitución” pero cambiando el nombre, que “parecía levantar suspicacias”.
– Una “buena noticia”, según los obispos. Fuentes oficiales de la Conferencia Episcopal Española (CEE) han valorado positivamente la noticia en declaraciones a Europa Press. Se mostraron muy críticos ante su aprobación.
– “Polémica artificial”. Así lo considera el presidente de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa), Jesús Sánchez, que cree que el Gobierno “busca contentar a sectores fundamentalistas religiosos”. Y ha agregado: “No ha habido ningún problema durante el tiempo que se ha estado cursando esta asignatura, se ha impartido con total normalidad. La polémica se ha gestado desde ámbitos políticos muy radicales y grupos fundamentalistas religiosos”.
– Mejor dedicarse a otras materias. El presidente de la Confederación Católica de Padres (CONCAPA), Luis Carbonel, cree que Wert “se ha atrevido a decir que la reforma educativa no es cuestión de recursos económicos, sino de tomar medidas que permitan una mejor formación del profesorado, una autonomía de los centros y la especialización curricular”. Sin embargo, se ha mostrado “decepcionado” porque esperaba la supresión total de la asignatura EpC en favor de materias más importantes como lengua o matemáticas. Además, criticó que el ministro no haya hablado apenas de la familia, que es, en su opinión, “fundamental colaboradora para que salga adelante cualquier iniciativa legislativa”.
– “Fin de una anomalía europea. El presidente del Foro de la Familia, Benigno Blanco, ha valorado en un comunicado la desaparición de EpC en sustitución de una asignatura que ayudará a los escolares a “conocer mejor nuestra Constitución”. “Con esta decisión se acaba la anomalía histórica de un país europeo cuyo Gobierno intenta instrumentalizar la escuela al servicio de la ideología particular del Gobierno de turno”, señaló.
– Agradecimiento a los ‘objetores. Por su parte, Profesionales por la Ética se felicita porque “han sido muchos años de objeciones [55.000 presentadas], de sufrimientos y de procesos judiciales [calculan que en torno a 3.000 en España y 400 españoles demandantes en Estrasburgo]”, según el presidente de este colectivo, Jaime Urcelay. Además, ha pedido una asignatura que no pretenda “introducirse en los valores de los alumnos y moldear su conciencia y pensamiento contra la voluntad de los padres”.
– “Gran carga ideológica. La Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE) considera “muy oportuno” la sustitución de Educación para la Ciudadanía por Educación Cívico y Social. Según este colectivo, se trataba de “una materia con gran carga ideológica y que supone una intromisión en el derecho que asiste a los padres de educar a sus hijos conforme a sus convicciones filosóficas, religiosas y morales”.
– Recelo al Bachillerato de tres años en la oposición. Según el portavoz del PSOE en la Comisión de Educación, Mario Bedera, “no tiene sentido empezar a los quince un bachillerato de tres años en el que solo el primero es obligatorio”, ya que, a su entender, en la práctica se reducirá un año la formación básica. Además, ha mostrado su preocupación porque sea un primer paso para intentar concertar el primer curso de Bachillerato y “tener en el horizonte” concertar todos los años de este ciclo. El portavoz de CiU, Martí Barberá, ha mantenido que el sistema educativo no puede variar cada vez que cambia el Gobierno y si bien ha asegurado que comparte con Wert la necesidad de reducir el abandono y el fracaso escolar ha opinado que los beneficios que supondría modificar la educación secundaria y el Bachillerato podrían ser menores que los inconvenientes.
– Educación estatal. UpyD ha pedido al ministro que las competencias de educación vuelvan al Estado.