EL MUNDO.- La presión sobre España baja sustancialmente ante la cercanía del rescate
La cercanía del rescate, aunque en una versión más suave, de España anima a los inversores en una jornada, eso sí, marcada por el bajo volumen negociador, lo que también propicia movimientos bruscos como los de hoy.
La línea descendente con la que ha iniciado la sesión la prima de riesgo española se ha pronunciado conforme pasaban los minutos. En apenas dos horas, el diferencial de lo que paga España por colocar su deuda frente a Alemania, el país más seguro, se alejaba de los 500 puntos (abrió en 494) y buscaba situarse en los 460 puntos. Y bajando.
De este modo, el interés que se paga por el bono a 10 años cedía hasta el 6,24%. En este descenso también influye el repunte de la deuda alemana a largo plazo, que se acerca al 1,56%, lejos de los mínimos de julio del 1,2%.
Sin embargo, los expertos advierten de que este desplome puede aflojarse en cualquier momento, y más especialmente con la vuelta a la actividad política de la mayoría de los líderes europeos. Las declaraciones de unos y otros marcarán el sentir de los mercados. Y, por la experiencia, en muchos casos no para bien.
Tras pasar mes y medio por encima de 500 puntos básicos e incluso llegar a dispararse hasta rozar los 650, el sobrecoste que los inversores exigen por comprar deuda soberana española se tomó un pequeño respiro el pasado jueves, por la cercanía de un nuevo rescate de España (sumado al de la banca por 100.000 millones y cuyo primer tramo se espera para las próximas semanas).
Lo que el mercado espera es que el Banco Central Europeo (BCE) intervenga con la compra de deuda española que rebaje de forma importe la presión sobre nuestro país. “Esta posibilidad es cada vez más plausible”, afirma la estratega de Mercados de IG Markets, Soledad Pellón, “después de las especulaciones de que esa actuación podría ser, no con cantidades concretas, sino fijando un tipo de interés máximo”.
Este fin de semana, en una entrevista a Efe, el ministro de Economía, Luis de Guindos, afirmó que la intervención del BCE debe ser “contundente” y no tener de antemano fijado un límite ni de cuantía ni de duración.
Vuelve la actividad política
Esta semana es clave para el futuro del euro y Grecia, ya que el primer ministro heleno, Andonis Samaras, se reunirá el miércoles con el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker; el viernes con la canciller alemana, Angela Merkel, y el sábado con el presidente francés François Hollande. Hollande y Merkel contrastarán opiniones el viernes en Berlín.
El objetivo de Samaras es convencer a Europa para que prorrogue en dos años el plazo para cumplir las reformas, algo en lo que no parece muy dispuesto Alemania.
Por su parte, el Gobierno español preparará el Consejo de Ministros del viernes en el que se aprobará una nueva normativa sobre participaciones preferentes, se dará continuidad a la ayuda de 400 euros a los parados y se dará luz verde al banco malo, una entidad pública que aglutinará los activos impagados de los bancos.