La Casa de todos, más cerca
Las obras de adaptación interior de las Casas Consistoriales se aproximan a su final. A dos meses vista de su conclusión y coincidiendo con la visita realizada la semana pasada por la consejera de Fomento, Articulación del Territorio y Vivienda, Rocío Díaz, hemos comprobado los avances de una intervención que devolverá, más de dos décadas después, su Casa a los almerienses
Modernizado, este histórico edificio, en su conjunto, está llamado a convertirse en pieza clave del objetivo de reactivación del Casco Histórico a través del eje que forman la Alcazaba, La Hoya y San Cristóbal, proceso al que se añadirá en breve la urbanización de la Plaza Vieja.
Esta rehabilitación interior permitirá no sólo la vuelta de la mayor parte de los servicios municipales a este edificio, sino también la puesta en valor de la Casa Central y del núcleo central de Casa Lledó, junto con el antiguo Archivo Municipal (Biblioteca), de mayor valor histórico-artístico del conjunto. La actuación incluye igualmente trabajos vinculados al patrimonio, como la restauración del vítor del siglo XVII, dos bajorrelieves con las imágenes de la Virgen del Mar y San Indalecio de la Casa Central, las arcadas junto a la escalera de la Casa Central y los paños medianeros de ladrillo de Casa Prats, así como los muebles del antiguo archivo municipal, las arcadas de Casa Lledó y la lampara y el aplique del Salón de Plenos.
Atrás quedará parte de una negra historia, representada en forma de lona para tapar vergüenzas debido a los incumplimientos de la Junta socialista. Hoy, gracias a un presidente comprometido con Almería, Juanma Moreno, las puertas, que quedaron cerradas a cal y canto, volverán a abrirse muy pronto al servicio de la ciudad.
Terminar esta rehabilitación aporta valor patrimonial y arquitectónico a nuestra ciudad y devolver la actividad municipal a esta zona tendrá, sin duda, un poderoso efecto dinamizador que favorecerá la recuperación turística, comercial, cultural y residencial de todo el centro. Y esto sí será una realidad, como podrán comprobar en breve los almerienses con las puertas del edificio abiertas a su contemplación y disfrute.
Eloísa Cabrera