Patxi López regala 5 millones a UGT y CC OO en pleno debate de la reforma laboral

Según fuentes del diario “La Gaceta”: El Boletín Oficial del País Vasco (BOPV) publicó ayer tres polémicas resoluciones. Están firmadas por el recién creado Servicio Vasco de Empleo (Lanbide) el pasado 29 de noviembre y a través de ellas el Gobierno vasco entrega 4,5 millones de euros a las centrales sindicales UGT y CC OO. El lehendakari y actual secretario de relaciones políticas del PSOE, Patxi López, se preocupa así de cuidar a sus sindicatos amigos.
En concreto, ambas centrales se reparten a partes iguales las ayudas: UGT se lleva 2,22 millones de euros y CC OO, 2,25, a pesar de que estas van destinadas a las empresas vascas para que formen a sus trabajadores.
Otra de las ayudas está enfocada, literalmente, a la “realización de estudios de análisis y detección de necesidades de formación” que desarrollen las compañías. De estas partidas, UGT se ha embolsado 41.000 euros. Además el Athletic Club de Bilbao ha recibido 26.000 euros, y la Real Sociedad 34.000 euros. En cambio, el ejecutivo de Lakua sólo le ha dado a Cáritas Diocesanas 3.700 euros para confeccionar dichos dosieres, pese a que esta ONG cristiana está llenando un hueco muy importante en la crisis en la que vivimos.
Sin embargo, es curioso que el Servicio Vasco de Empleo haya aprobado ayudas a dos sindicatos, UGT y CC OO, aunque las ayudas van destinadas a la formación de empleados por parte de las sociedades. Otra de las peculiaridades de estas resoluciones, es que los sindicatos nacionalistas, ELA y LAB, en esta ocasión, no hayan recibido prestaciones públicas, a pesar de que tienen mayor representatividad en la autonomía.
Márketing sindical
El tejemaneje de los sindicatos con el dinero llega a límites insospechados. Como publicó LA GACETA el pasado septiembre, la unión territorial vasca de UGT tiene en marcha actualmente una campaña para promover que los trabajadores se afilien y representen al sindicato en sus empresas. Para conseguir adeptos, la central ugetista abona 50 euros a cada afiliado por traer un nuevo delegado a la federación en empresas en las que aún no tenga representación.
Como contó LA GACETA hace varias semanas, en la última legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero, UGT y CC OO recibieron más de 800 millones de euros. Una cantidad que no incluye el dinero que las centrales sindicales ingresan a través de las ayudas que perciben las fundaciones que tienen adscritas, un montante muy difícil de calcular, debido a la opacidad de esas cuentas.
Por su parte, la Junta de Andalucía, gobernada por el PSOE los últimos 34 años, ha subvencionado a UGT y CC OO con más de 60 millones el último mes, para la formación profesional de los trabajadores andaluces. Quizá con estos datos sobre la mesa se entiende mejor el silencio de los sindicatos durante el periodo gobernado por Zapatero.
Con el Ejecutivo de Mariano Rajoy, apenas han pasado unas pocas semanas para que los sindicatos levanten la voz y comiencen a hablar de una huelga general y otras medidas de presión en protesta contra las políticas económicas emprendidas por la Administración popular. En concreto, contra la recién anunciada reforma laboral emprendida por el Gobierno de Rajoy. Tanto el secretario general de UGT, Cándido Méndez, como su homólogo en CC OO, Ignacio Fernández Toxo, aseguran con rotundidad que el texto propuesto por el Gobierno para modificar la regulación laboral es “inútil” e inconstitucional en algunos de sus puntos.
Según datos de la CEOE, en España hay 4.127 liberados sindicales a tiempo completo, lo que representa un coste aproximado de unos 250 millones de euros para las compañías. Si se contabilizan los delegados y el coste del empleo que suponen las horas sindicales que dedican, el número podría superar los 57.000, y su coste, los 1.500 millones de euros.
Zapatero negoció con el PNV a espaldas de López
El Partido socialista y el Partido Nacionalista Vasco marginaron al ‘lehendakari’ López en las negociaciones que dieron como fruto las transferencias de las políticas activas de empleo al País Vasco, en septiembre de 2010.
Una asunción de competencias que se tradujeron en la gestión de más de 472 millones para las mencionadas políticas activas de empleo. El líder ‘jeltzale’, Iñigo Urkullu denominó este acuerdo como “un hecho histórico” porque los nacionalistas reclamaban este traspaso desde 1988. Sin embargo, para los socialistas vascos estas negociaciones sentaron como una bofetada, porque el traspaso se hizo a espaldas de Patxi López.