Barracones y sanidad, las dos nuevas ‘milongas top’ del PSOE en Andalucía

En el PSOE han tocado arrebato. Se vienen elecciones municipales y pronto las nacionales y los socialistas, especialistas en milongas cósmicas, han sacado del baúl dos de las más repetidas cuando colaban, pero que ahora se han convertido en instrumentos de enterramiento para el Partido Sachista Trolero Español.
Así, después de 40 años en el poder en la Junta, el PSOE repite ahora como un papagayo, como si alguien le creyera, que el PP está incrementando las aulas prefabricadas en los colegios y que está deteriorando la sanidad andaluza.
Poco les importa, insisto, que nadie les crea, que les hayamos recordado ya varias veces que si existen barracones en los colegios es porque el PSOE los inventó e implantó en Andalucía y que no tiene ningún sentido, ninguna coherencia, ningún rigor que el partido que las creó se queje ahora de que otro no las retira.
Pero mucho más grave es lo de la Sanidad. En los cuatro años de gobierno socialista, el PP ha invertido más en esta materia que el PSOE en diez, ha subido los sueldos de los sanitarios y el precio de la hora de guardia, ha reducido el número de pacientes que se ven por hora, ha invertido más en innovación, ha construido y remodelado más centros de salud, ha construido más hospitales (precisamente en Almería está uno de los casos más representativos, como es el Materno Infantil) y ha mejorado unos servicios sanitarios que han abandonado el tercermundismo.
¿Y eso quiere decir que ahora las cosas están bien? Pues la realidad es que no. Han mejorado notablemente, pero no están bien, entre otras cosas porque lo que falta en Andalucía son médicos y no hay ninguno en paro, con lo cual no se puede incrementar la plantilla. ¿Y eso por qué? Pues muy sencillo: porque durante 40 años, el PSOE maltrató a la profesión médica, pagándoles menos que en el resto de España y negándose a abrir más facultades de medicina como se ha hecho ahora en Almería.
Pero la cosa no queda ahí. El señor Loreno, Juan Antonio, no debe estar informado de aquella hazaña de hace diez años, cuando a los sanitarios andaluces se les obligó a echar cinco horas semanales más, sin retribución alguna. La pregunta es: ¿a don Juan Antonio, cuando dice estas cosas, no se le cae la cara de vergüenza?
Quizás, si lo dijera delante de los padres de los primeros niños andaluces que estudiaron en barracones o ante uno de esos sanitarios que tuvieron que currar cinco horas gratis a la semana, habría más posibilidades de que se le cayera.
-Víctor J. Hernández Bru-