Debut de figura de Emilio de Justo y faena cumbre de Roca Rey en Almería
De Justo, tres orejas en su presentación en Almería; faenón de Roca Rey con un gran ‘Cuvillo’. Oreja y mérito de Aguado, que se inventó una faena con el sexto.
Emilio de Justo cayó de pie en su presentación en Almería tras un debut de figura del toreo abriendo la Puerta Grande junto a Roca Rey, que firmó un faenón con un gran toro de Cuvillo del que cortó dos orejas poniendo el broche de oro a la Feria de la Virgen del Mar. Tres apéndices cortó el extremeño, dos del cuarto y una del primero, en una tarde de importancia y de peso, mientras que Pablo Aguado se inventó con gran mérito una faena frente a un sexto por el que nadie apostaba, cortando una oreja de ley. La corrida de Núñez del Cuvillo pidió el carné a la terna, que lidió un encierro con movilidad, transmisión y que mantuvo el interés de la que destacaron el mencionado gran segundo, el notable primero y el buen cuarto.
El cuarto fue un ‘dije’. Brindó la faena Emilio de Justo a Enrique Ponce, presente en el tendido. Lo sacó a los medios el extremeño, que comenzó toreándolo con la mano derecha con mucho temple y suavidad en la primera serie. Otro toro que fue a más, con poder y transmisión al que también entendió perfecto De Justo, en otras tandas con la diestra. Se cambió la muleta a la izquierda y brotaron nuevamente naturales largos, templados y elegantes. De Justo lo exprimió al máximo en una faena encimista, de mucho sitio, aplomo y con poder que finalizó con ajustadísimas manoletinas. Estocada en todo lo alto. Dos orejas.
Estrecho de sienes y precioso de hechuras, un colorado ‘Cacareo’ de Núñez del Cuvillo abrió plaza embistiendo con transmisión en el capote de Emilio de Justo, que lo recibió con muchas ganas por ambas manos. Tras el tercio de varas, el precioso toro salió un tanto descoordinado. El extremeño se dobló con él y lo llevó a media altura en un inicio de faena a favor del toro, que poco a poco fue a más sacando raza y humillando. De Justo firmó una importante faena, llevándolo largo, con mucho temple y elegancia por ambas manos, entendiendo bien a su oponente. Precioso el final, que remató además con una buena estocada. Oreja con fuerte petición de la segunda.
Acodado de pitones y lavado de cara, el terciado segundo salió muy suelto y manseando del capote de Roca Rey, que no pudo lucirse. De embestida informal en varas y banderillas también. Comenzó el peruano la faena doblándose ante un toro que cambió radicalmente de comportamiento y respondió cuando lo sometió con exigencia Roca Rey con temple, largura y firmeza, sacando el toro un fondo de casta y calidad. Dominó perfectamente Roca Rey y ralentizó la embestida del toro en una faena de figura, ante un toro encastado y con clase, de categoría. Gran toro de Cuvillo y magnífico Roca Rey, magistral. Absoluta comunión y tándem perfecto entre el torero peruano, faenón de mando y temple ante un gran toro de Cuvillo. Buena estocada, un tanto tendida. Dos orejas de ley.
Con mucha transmisión y fogosidad salió el quinto al ruedo, al que Roca Rey recibió a la verónica, aunque el toro mostró justeza de fuerza. Inició la faena el peruano en tablas por alto con un toro de transmisión. Lo sacó enseguida a los medios, aunque el toro soltaba mucho la cara y protestaba desluciendo los muletazos. Un toro cambiante, con una embestida rebrincada y complicado al que Roca Rey plantó cara con firmeza y arrestos, pero sin poder obtener lucimiento. Estocada tendida. Gran ovación.
De agradables hechuras también el sexto, salió embistiendo con todo de salida, aunque no dejó a Aguado expresarse con él. En varas el toro hizo una pelea informal, empujando con los riñones a veces y otras con la cara arriba, como todos sus hermanos. Siguió con esa informalidad en banderillas. Lo llevó al tendido 3 el sevillano, que lo llevó muy toreado en esa primera serie de la faena. Ordenó el torero a la banda de música que parara de tocar, tras sonar los primeros acordes. Así, fue toreando con mucha suavidad y temple para que el toro cogiera ritmo, haciendo poco a poco al toro, buscándole el fondo que tenía. Y, de uno en uno, fue construyendo al toro, sacándole naturales de muy bella factura y se inventó una faena de la nada. Faena importante, de mucha despaciosidad, naturalidad, torería y temple, componiendo mucho. Estocada levemente desprendida. Oreja.
Una ‘pintura’ fue el tercero, al que Aguado toreó magistralmente a la verónica de salida, con torería, elegancia y temple. Luego lo puso en suerte con toreras chicuelinas. Luego el toro fue un tanto informal en la muleta. Un toro para someterlo. Aguado intentó hacer que rompiera en base a su concepto en una labor que fue a más y en la que sobresalió en los naturales del final. Con gran sabor y torería. Ovación tras petición.
Ficha del Festejo:
Fuente: mundotoro.com