El varapalo de Bruselas
Hay noticias cuyo significado y efectos están llamadas a promover algo más que una reflexión de alcance político. Sería el caso de una fechada en Bruselas que anuncia que la Comisión Europea obliga a endurecer las penas por malversación. Una directiva aplicable en todos los Estados que insta a armonizar la legislación europea para endurecer las penas por este tipo de delitos castigándolos con, al menos, cinco años de prisión. Esta directiva obligará a España a modificar el Código Penal reformado hace seis meses y que rebaja a tres años la pena máxima. La reforma fue una iniciativa personal de Pedro Sánchez ideada para beneficiar a los dirigentes del “procés” condenados por la intentona golpista de 2017. Algunos eran miembros de ERC, socio parlamentario del PSOE ¿Debería sentirse aludido el presidente del Gobierno como impulsor que fue de una reforma que, además de suprimir el delito de sedición, al rebajar las penas por malversación mientras no se vuelva a modificar el Código Pena seguirá favoreciendo a todo tipo de delincuentes? En teoría, así debería ser. Pero Sánchez levita en una realidad paralela. Por eso en el más puro estilo orweliano- “la guerra es la paz”- ha dicho sin pestañear que: “Es una buena noticia que se reformen las leyes para luchar contra la corrupción porque a España le coge con los deberes hechos”. Es un caso de libro que se ajusta al milímetro a la técnica de manipular los hechos y las palabras para que su significado se adapte a los intereses de quien manipula la realidad para proteger sus intereses .En este caso, intentando disimular el varapalo de Bruselas.
Lo sorprendente es que semejante cinismo apenas nos sorprende. Estamos acostumbrados a su cotidiano alejamiento de la realidad. Dicen quienes a lo largo de estos últimos años han ido descubriendo la capacidad de Pedro Sánchez para mentir con aplomo que lo hace de manera calculada porque confía en la amnesia de una parte de la sociedad. Y ponen como ejemplo el escándalo de las decenas de delincuentes sexuales favorecidos por la Ley Montero conocida como la del “solo sí es sí”. Esta semana se ha superado la cifra de mil rebajas de penas y más de cien excarcelaciones y, pese a lo insoportable de estas cifras, la noticia ya no ocupa la portada de los medios. Un escándalo tapa otro escándalo y Sánchez confía en que pase lo mismo con el varapalo de Bruselas que obliga a rectificar la rebaja del delito de malversación. Confía en que, a la hora de votar, sus mentiras serán olvidadas por una parte de los ciudadanos.
-Fermín Bocos-