Elija usted
Bien sea por una sobredosis de ese contradictorio concepto de “neutralidad activa” con el que se escuda ante el vodevil de rubalcabistas y chaconaires, bien sea por esa fastidiosa manía progre de intentar doblegar el lenguaje, el presidente Griñán continúa ofreciéndonos grandes momentos para la estupefacción y la exégesis. Aún no recuperados de su inolvidable “oferentes de empleo” para definir con pluscuamperfecta edulcoración la situación laboral del 30% de los ciudadanos sobre los que gobierna, el presidente de la Junta acaba de ofrecernos otro motivo para el homenaje y la salva de aplausos. Cualquiera que siguiera el otro día el último debate del Parlamento Andaluz pudo escuchar al señor Griñán asegurando que el déficit de Andalucía estaba en la media del resto de comunidades, en torno al 1,4%. Pues bien, al día siguiente, la consejera de Hacienda de la Junta (el mismo cargo que ocupaba Griñán cuando se tejió el pastelazo de los ERES falsos) manifestó que la cifra del déficit andaluz rondaba el 3%. ¿En qué quedamos? Esta diferencia de criterio sólo puede entenderse de dos modos: o el presidente no se entera o el presidente nos miente. Dejo la elección a las diferentes escuelas interpretativas, pero me temo que la única explicación a semejante desbarajuste sólo puede explicarse desde la voluntad manifiesta de mentir a los andaluces desde la tribuna del Parlamento autonómico o bien desde el desconocimiento de la realidad económica andaluza. Al margen de que usted pueda ver más factible cualquiera de las dos opciones, permítame que le traslade mi preocupación por el panorama que nos dibuja esta nueva eclosión del juntandalucismo lisérgico. Tener al frente de la Junta de Andalucía a un señor al que no le produce el más mínimo regomello el uso de la milonga parlamentaria no creo que sea la mejor opción de futuro. Pero tener a un presidente que desconoce las cuentas de nuestra autonomía tampoco puede ser una garantía de porvenir. Elija usted lo que prefiera. Yo, desde luego, tengo claro lo que no prefiero.