En la Catedral la gran fiesta de la Resurrección del Señor

El obispo ha pedido por los cristianos de Nicaragua.
A las 11:30 horas ha dado comienzo en la Santa y Apostólica Iglesia Catedral de la Encarnación de la diócesis de Almería, la Santa Misa Estacional con Bendición Papal, ocupando la Sagrada Cátedra y predicando la Palabra de Dios, el Obispo Monseñor Antonio Gómez Cantero, asistido en la concelebración religiosa por los canónigos Rvdo. Francisco Salazar Zamora, Rvdo. Juan José Martín Campos y el sacerdote y misionero Rvdo. Jesús Peregrín Mula.
En el interior de la Catedral en su paso provisional se encontraba presente la imagen sagrada de Nuestro Padre Jesús Resucitado del imaginero Federico Coullat Valera, que actualmente no procesiona, frente a uno de los laterales del presbiterio y delante del lienzo en el que se rinde homenaje al obispo almeriense Diego Ventaja Milán (1880-1936), representado junto al obispo accitano Manuel Medina Olmos (1869-1936) y un grupo de hermanos de La Salle, todos ellos martirizados por los milicianos de izquierdas en agosto de 1936.
El templo catedralicio que se encontraba abarrotado de fieles, con una amplia representación de la Agrupación de Hermandades y Cofradías presidida por Isaac Vilches Marín, la Presidenta de la Asociación del Casco Histórico y de la Asociación de Lucha contra el Cáncer Magdalena Cantero Sosa, Hermandad del Santo Cristo de la Escucha, Religiosas de María Inmaculada y Siervas de los Pobres.
Esta solemne celebración de Pascua, de gran alegría para los cristianos, contó con la belleza musical hecha oración del Grupo Musical Coral “Guardia de Dios” con compases sinfónicos de gran riqueza espiritual y excelsa polifonía de sus voces providenciales, que hicieron vibrar en los corazones de los feligreses asistentes una simbiosis en todas las partes que integran la liturgia de la Santa Misa, siendo cantadas con el sonido de los instrumentos desde el celestial misterio de la Fe.
En el sermón pronunciado por Monseñor Gómez Cantero ha pedido por el cese de hostilidades y violencia del Estado nicaragüense frente a la Iglesia Católica, al tener encarcelado por ser fiel al Evangelio al arzobispo de Matagalpa y no permitiéndoles el gobierno comunista del país hermano a los fieles cristianos poder celebrar la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo en las calles, reduciéndolos y con vigilancia gubernamental al interior de los templos.
Asimismo, el prelado Gómez Cantero, ha indicado que este día celebramos el acontecimiento más importante y decisivo de toda la historia de la Humanidad, la Resurrección de Jesús, el Señor. Este acontecimiento da firmeza a nuestra fe y constituye el fundamento inconmovible de nuestra esperanza cristiana. Ha explicado los tres términos de suma importancia para este momento de celebración de la vida eterna : Amén, Hosanna y Aleluya. ¡Cristo vive!. Esta es la gran verdad que llena de contenido nuestra fe. Jesús, que murió en la cruz, ha resucitado, ha triunfado de la muerte, del poder de las tinieblas, y por eso, la Iglesia celebra con júbilo el triunfo de Cristo, su Resurrección, que es la prueba mayor de la divinidad de Nuestro Señor y de nuestra salvación.
Durante la celebración, se ha llevado a cabo el bautizó de tres bebés, Gesell, Daniel y Francisco, lo que le ha dado un sentido catecumenal a la solemnidad de la Resurrección, recibiendo estos niños el inmenso regalo del sacramento que los convierte en hijos de Dios, participando todos los asistentes en la renovación de la alegría por haber sido bautizados e iluminados por el Espíritu Santo, como miembros de una Iglesia de hermanos que compartimos la misma fe y el mismo amor.
Finalmente, mientras la última procesión había llegado el primer tramo de nazarenos a las tribunas situadas en la plaza de la Catedral, Monseñor Antonio Gómez Cantero, Obispo por la Gracia de Dios y de la Sede Apostólica, impartió la Bendición Papal de Pascua pudiéndose obtener la indulgencia plenaria.
A continuación finalizada la Santa Misa, salió al exterior del templo a recibir como Pastor a la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Resucitado, Señor de la Vida, y María Santísima del Triunfo y exhortando a toda la comunidad presente que este es el día que hizo el SEÑOR; regocijémonos y alegres al saber que este día no es solo un período de veinticuatro horas. El día que ha hecho el Señor es una forma de ver nuestra vida, nuestra misión y nuestra familia, y testimonio público de la fuerza salvífica de Jesús.
Fuente y fotos: Rafael Leopoldo Aguilera