Exquisitez en la exhortación de Ana Martínez Labella a la mantilla como símbolo de identidad

Tradición, cultura, historia y legado se dieron cita en el Teatro Apolo.
En el coqueto y municipal Teatro Apolo de la capital almeriense, en una tarde precuaresmal con soplos de levante y unas finísimas gotas de lluvia en el exterior la Rambla Obispo Orberá, que emulaban ese aire trémulo de una madrugada de Viernes Santo, se llevó a puro y debido efecto, organizado por la Asociación Cultural Homenaje a la Mantilla Almeriense y el Ayuntamiento de Almería, una exaltación literaria para vestir la clásica mantilla española, especialmente, en el interior y exterior de nuestros cortejos procesionales penitenciales y con especial unción penitencial en la visita a los Monumentos en las sedes canónicas de nuestras Hermandades y Cofradías para resaltar la Eucaristía y hacerla, sí cabe aún, más solemne.
Una platea y palcos completos de público con la asistencia del Primer Teniente de Alcalde Juan José Alonso Bonillo y ediles de la Corporación municipal, se dieron cita para escuchar la prolífera voz periodística de la también Teniente de Alcalde y Concejala de Urbanismo e Infraestructuras Ana María Martínez Labella, quien conjugó en su verbo expositivo, la tradición cultural e histórica de renovar entre generaciones el vestir la mantilla de negro ruan con especial hincapié en la tarde noche del Jueves Santo, Día del Amor Fraterno, y la mañana del Viernes Santo, Día de la Cruz, en una de las grandezas de la religiosidad popular durante la Semana Santa almeriense.
Es de tradición multisecular y así lo expuso en su panegírico con sentir cofrade, la Madrina de Honor, Martínez Labella, el ver en estas fechas tan pasionales, incluso en los Oficios religiosos del Jueves y Viernes Santo, a mujeres vestidas de mantilla con sus respectivos rosarios empuñados y a sus acompañantes, hombres vestidos de traje, el visitar entre los aromas del incienso, al Señor de los Amores, presencia real de Jesús en la Eucaristía. Son minutos de adoración en, al menos, siete templos, iglesias parroquiales o conventos, para dedicar un tiempo de oración silenciosa y unirse a Jesucristo en la Pasión.
La portavoz del Equipo de Gobierno municipal, Ana María Martínez Labella, que desde su posición humilde de autoridad municipal y con gran sensibilidad y exquisitez, reflejó con sucintas palabras, su amor y la admiración por la cultura, por una de las más señeras tradiciones, la cual caracteriza a la propia pregonera, al vestir protocolariamente la mantilla durante las horas canónicas de vísperas y completas del Viernes Santo en la Procesión Oficial del Santo Entierro, desde la Iglesia de San Pedro Apóstol, y en el cortejo procesional, desde la Iglesia conventual de la Orden de Predicadores de Santo Domingo de Guzmán, con la imagen sagrada de la Virgen del Mar Coronada, durante su procesión de alabanza con motivo de festividad litúrgica.
En este mismo sentido, Carmen Alcaide, hermana de la Cofradía del Cristo del Amor, y socia fundadora y presidenta de la “Asociación Cultural Homenaje a la Mantilla Almeriense”, han recogido de forma loable y plausible el testigo secuencial de la tradición cultural de la “Casa Regional de Melilla en Almería”, quien manifestó a los asistentes en este acto entrañable, el impulso a una tradición histórica y cultural, que suele pasar de abuelas a nietas y de madres a hijas y que forma una simbiosis de nuestro pasado con el futuro más mediato. Entre los asistentes e intervinientes en el evento, los socios fundadores de esta asociación, Encarnación Molina, Hermana Mayor de la Hermandad del Perdón, Antonio Orts, fotógrafo Cofrade y hermano del Cristo del Amor y Ginés Valera, hermano de la Santa Cena y miembro del IEA.
Casa de Melilla, que organizó durante un decenio en su sede social sita en el barrio del Zapillo, el “Pregón de Exaltación a la Mantilla” con pregoneros del concierto cofrade almeriense, como el estimado y llorado hermano-cofrade Juan Antonio Barrios Fenoy (2000), quien inició esta andadura poética; el expresidente de la Agrupación de Cofradías José Antonio Sánchez Santander (2001), los comunicadores e informadores, profesor José Luis Laynez Bretones (2003), Juan Rafael Aguilera Martínez (2007) y Manuel Morales Morell (2005), el maestro de la flamencología Antonio García “Niño de las Cuevas” (2004), el fotógrafo cofrade y deportivo Felipe Ortiz (2002), así como, en el año 2006 la socia de la Casa de Melilla, María Sáez, en el 2008 el escritor y periodista Juan Carlos Heredia, en el 2009 el hermano mayor de la Cofradía de la Soledad de Melilla, Javier Calderón Carrillo, en el 2010 el escritor, Manuel González Ruiz y en el 2011, el vicepresidente de la Casa de Melilla, Francisco Aguirre Tortosa.
Esta jornada finalizó de forma brillante en un escenario bellamente engalanado con elementos propios de esta prenda tan castiza española con el Grupo del flamenco de Antonio Quero, formado en diversas disciplinas académicas por seis jóvenes, que interpretaron con maestría musical y gran proyección cultural, esa simbiosis entre el arte de la flamencología, entre el magistral toque de la guitarra, el compás del baile y palmas y el cante profundo, todo en su conjunto con duende y embrujo, con lo concerniente a la mística de la religiosidad popular, en este caso, con la impronta del vestir de la mantilla. Un espectáculo musical armonioso y rítmico, que no deja indiferente a quienes tuvieron ocasión de visualizarlo y sentirlo desde el gran angular entre tramoyas y bambalinas.
Quiero destacar, a la hermana cofrade de la Virgen del Mar, Mercedes Cassinello Pérez, entre las treintena de dignísimas mujeres que vistieron la mantilla negra durante este acto solemne, así como, al fotógrafo y hermano de la Antigua Cofradía del Encuentro, que nació y vivió durante muchos años en la casa interior aledaña al Convento de los Madres Clarisas, Juan Antonio Martínez Huete, en reconocimiento de ambos a sus familias por ser testimonio de las tradiciones almerienses.
Fuente y fotos: Rafael Leopoldo Aguilera