ASAJA PIDE DILIGENCIA EN LA BÚSQUEDA DE RESPONSABILIDADES EN EL INCENDIO DE ALBAIDA
ASAJA informa de que en el día de hoy continúan los trabajos para la extinción definitiva del fuego en la planta de Albaida en La Mojonera e insiste en la necesaria vigilancia por parte de las administraciones de estas tareas, para que las molestias a los vecinos y explotaciones colindantes cesen cuanto antes. A la memoria vuelven imágenes como la ocurrida hace dos años en otro centro de tratamiento de la zona, cuyo incendio duró más de un mes y que posteriormente dejó a los agricultores sin un lugar en el que depositar los restos vegetales. Desde ASAJA advertimos que no vamos a tolerar que la dejadez permita que el humo perjudique aún más a las explotaciones agrarias y a los vecinos, e insistimos en que vamos a estar vigilantes estos días a la evolución de este incendio.
Además la organización desea que una vez se resuelvan los expedientes abiertos a Cespa se hagan públicos los resultados, y en el caso de que se demuestre negligencia, que las sanciones se hagan públicas, y que se obligue a la devolución de lo cobrado a los agricultores. “Los agricultores se sienten estafados”, afirma Francisco Vargas, Presidente de ASAJA-Almería, “reclamamos que se devuelva a los agricultores lo que han pagado, y que además en caso de que hubiera alguna sanción se haga pública, sólo así evitaremos esta sensación de impunidad sobre estos hechos”. “Ya está bien de lucrarse a costa del agricultor, si no pueden realizar una gestión adecuada o sus instalaciones no están preparadas debería dejarse el camino libre a otros proyectos”, apunta.
Y es que la organización recuerda que en los últimos años han sido diversas las reuniones que ASAJA ha mantenido con representantes de diferentes proyectos interesados en instalarse en la provincia de Almería para utilizar los restos vegetales que se producen en las explotaciones agrarias, proyectos que ASAJA siempre ha visto positivos para mejorar el actual sistema de gestión, pero que sin embargo muchos de ellos aún no han fructificado, si bien esperamos que en la próxima campaña podamos contar con alguna otra alternativa. Especialmente cuando algunos de esos proyectos confirman que la entrada de restos vegetales a planta podría llegar a ser gratuita para el agricultor.
ASAJA inició la difusión de nuevos proyectos como el de la empresa Estoil que hablaba de la tecnología Kurata, también presentó en Junta Directiva el proyecto de las empresa Servicios Ambientales las Chozas, y además recientemente ha conocido un proyecto para conseguir bioetanol, en el que incluso los inversores podrían ser agricultores o personas ajenas al sector. Estas experiencias nos hacen tener una visión amplia de las múltiples formas que existen para valorizar los restos vegetales de las explotaciones agrarias, por eso reclamamos mayor comprensión de la Administración para los mismos, sobre todo en lo que respecta a permisos y facilidades para implantarse en la zona.
ASAJA apoya el nacimiento de nuevas iniciativas que permitan mejorar la oferta en la gestión de los residuos, abaratando el coste al agricultor y rompiendo con el monopolio existente, ya que es la única vía de conseguir frenar los abusos que se vienen produciendo en el tratamiento de los restos vegetales.
La preocupación por la higiene rural ha estado siempre entre las prioridades de ASAJA que ha trasladado a reuniones con las Administraciones andaluza y local y en las que se ha buscado un mayor apoyo para este problema, que a día de hoy, y viendo los acontecimientos producidos dista mucho de estar controlado.
Según la normativa vigente, el agricultor debe eliminar de forma compatible con el medio ambiente los restos vegetales y para ello necesita de los diferentes modelos de gestión existentes o de otros que se pudieran poner en marcha. Pero, una vez entregados los restos la responsabilidad de la eliminación recae sobre la planta de gestión, por lo que sería conveniente que se establecieran inspecciones periódicas sobre las mismas para verificar los trabajos que se realizan.
Por último Vargas insiste en que las plantas tienen permisos para gestionar los restos agrícolas y que como empresa deben cumplir con las normas de prevención establecidas para tal fin, por lo que caso de incumplimiento, se les debe abrir expediente sancionador como a cualquier otra empresa.