Destruir nuestra nación, la democracia y la convivencia
Hay que echar al traidor. Y hay que hacerlo antes de que culmine su plan de destruir nuestra nación, la democracia y la convivencia.
Cada vez más analistas y creadores de opinión lo denuncian: Sánchez nos lleva al abismo.
El Mal cambia de disfraces para confundirnos, así el Neocomunismo se viste con diferentes ropas según donde desea avanzar, unas veces de indigenismo, otras de racialización, otras de feminismo marxista para enfrentar a hombres y mujeres… Sólo busca confundirnos y quebrantarnos.
Media España no nos resignamos a morir: “1930. Don José María Gil-Robles lo dijo con toda claridad: «Media España no se resigna a morir a manos de la otra media». Y en estos días vamos a pasos acelerados a lo que vivimos en aquella década ominosa.
El peligro es real: “La lógica del sanchismo empuja a la muerte de la democracia liberal en España. Es inevitable.”
La ruptura gradual: “El bloque Frankenstein es un conglomerado electoral de naturaleza compacta, diseñado para transformar la estructura política e institucional de España. Con un programa de ruptura gradual que ante la falta de masa crítica para reformar la Carta Magna o redactar una de nueva planta proceda a soslayarla en la práctica con un fallido Estado federal.”
La hoja de ruta de Sánchez: un referéndum: “Sánchez da el primer paso de una hoja de ruta que encierra un objetivo mucho más ambicioso para el separatismo: la convocatoria de un referéndum pactado para Cataluña”.
Hacia la dictadura: “En los meses venideros es más que probable que todo vaya a peor porque Sánchez ha dejado ver a los que quieren romper España que todo el monte es orégano. Que pueden pedir y se les dará como la ley de amnistía y la cesión del 100% de los impuestos para Cataluña. Como en Venezuela. Como en cualquier dictadura.”
Si no nos movilizamos volverá triunfal el fugado Puigdemont y Sánchez y ERC convocarán un referéndum de autodeterminación que culminará con la ruptura de España. Nuestro futuro corre el riesgo de ser así. Así de literal. Y de brutal. Y estamos cansados de los perversos espectáculos de propaganda de la maldad política hacia el constitucionalismo español siendo sustituido por ideas sectarias y privilegios de unos pocos sobre la mayoría.
Rafael Leopoldo Aguilera Martínez