Lío con Tomás. Y no digo más
“Lo del PSOE, más que de refundación, empieza a tener pinta de liquidación”
Que sí. Que hasta El País, que es el diario amigo del flamante Secretario General del PSOE, reconoce la caída libre del partido en las encuestas. 3,5 puntos se desploman los socialistas en la encuesta de Metroscopia publicada este pasado domingo. La brecha entre el partido en el gobierno y el partido de la oposición sería ya de 23 puntos. Que sí. Que el esperpento montado en Sevilla para demostrarle al respetable que los mismos que han estado gobernando ocho años España no son capaces de recontar en un tiempo prudencial poco menos de mil papeletas no ha engañado a nadie. Que sí. Que Pérez Rubalcaba, mucho más serio que la alternativa de Chacón, representa cualquier cosa menos regeneración. Que sí. Que en el PSOE no existe debate de ideas sencillamente porque Europa está asistiendo a la implosión de la socialdemocracia. La cual, por otra parte, es el espacio ideológico ocupado desde hace mucho por la derecha europea, verdadera sustentadora de ese camelo conocido como Estado del Bienestar. De Merkel a Rajoy.
Pero cuando el diablo se aburre ya se sabe que mata moscas con el rabo. A Tomás Gómez, líder de algo más de la mitad del socialismo madrileño y férreo defensor de Carmen Chacón en el aquelarre sevillano, le quedan dos telediarios o cuatro circuitos en el gimnasio de Ferraz. Su lapidario “éste es el concepto de integración que tiene Rubalcaba” pronunciado al conocerse la exclusión del sector perdedor de la nueva ejecutiva socialista, ha sido la gota que ha colmado el vaso. Por segunda vez los de Rubalcaba, los del aparato del partido, que en su día apoyaron la fracasada candidatura de Trinidad Jiménez, van a intentar quitarse al molesto ex alcalde de Parla de encima. Valeriano Gómez se perfila en algunos círculos como alternativa. Errada alternativa. Otro ex ministro de Rodríguez Zapatero, el de los cinco millones de parados por el pleno empleo vota PSOE.
A buen seguro que, si no fuera porque también tienen montada una buena bronca –mucho más discreta- en clave sucesoria, los del PP de Madrid se lo estarían pasando en grande viendo el espectáculo, por otra parte nada novedoso, que ofrece el siempre revuelto PSM-PSOE. Y es que no se vislumbra alternativa a los populares en la comunidad autónoma madrileña. A la posible pérdida de Andalucía el 25 de marzo se podrían sumar las luchas intestinas en varias federaciones.
¡Qué difícil papeleta la de Pérez Rubalcaba! A lo mejor le toca ser quien apague la luz del histórico partido. Lo del PSOE, más que de refundación, empieza a tener pinta de liquidación.
-Almudena Negro-