Manual de socialismo: Noemí dice que no lo sabe pero es sí; y Adriana afirma que sí, pero en realidad no lo sabe

Pues va a ser que no se ha logrado coser el partido, que Juan Antonio Lorenzo no era ese hombre de consenso que iba a unir al pedrismo de Sobalecio Gutiérrez Salinas y al susanismo de Sánchez Teruel; que no es cierto nada de lo que nos han contado en el PSOE desde que se desató la fiebre de las primarias, con la lucha entre los que acabo de mencionar por la secretaría provincial por un lado y el enfrentamiento directo entre Espadas y Susana por el cetro andaluz.
Que no, que como suele ser habitual en este partido, el Partido Sanchista Trolero Español, todo era un postureo, un timo, un nuevo ejemplo de la más rotunda demagogia que es la que anida en tal formación.
El partido sigue igual de partido que cuando Susana se dio de tantarantanes con El Falso en pugna por la secretaría general nacional o, me remonto aún más, cuando en Andalucía se hablaba de guerristas y renovadores.
Y cada vez que llega el momento de elegir a alguien para algo, regresa el guerracivilismo más o menos disimulado, más o menos indisimulado.
Hace un mes, se tenían que haber celebrado primarias para la alcaldía de Almería y no se hicieron porque al PSOE almeriense se le apareció Madrid, puesto que en la capital de España andaban igual o peor que aquí y decidieron aplazar las primarias, tren en marcha al que se subieron los socialistas de Almería para evitar el desastre que hubieran sido unos comicios internos con entre cinco y siete candidatos.
Ha pasado un mes aproximadamente, desde que Lorenzo asumió la labor de ir bajando a candidatos del carro. Y no le ha ido mal del todo, puesto que por el camino se han quedado Pilar Navarro, Magdalena Cantero, Juan Carlos Pérez Navas y probablemente Sobalecio y Antonio Ruano, por no citar a alguno más.
Pero el toro no se ha puesto aún de cara para recibir la última estocada, sigue habiendo una candidata viva, más allá de la que entre Sevilla y la calle Pablo Iglesias han decidido que es la elegida, Noemí Cruz.
A Adriana ya le han dicho por activa y por pasiva que no va a ser la candidata, por mucho que el partido siga presumiendo de esa otra falsedad, la de que elige a sus dirigentes y candidatos de manera democrática. Pero Adriana, que en esto sí que es una maestra consumada, no se ha dado por aludida. Es más, preguntada por las presiones, ha respondido que ‘Pechina, mula, pata mato’; o sea, que ‘¿de dónde vienes? Pues manzanas traigo’.
Este miércoles, la interpelada fue la propia Noemí Cruz, que no varió mucho el discurso y afirmó, preguntada directamente si iba a ser candidata, que ya se vería. Sinceramente, tampoco es una respuesta para doctorarse en marketing político: mira, querida Noemí, cuando uno no va a presentarse a algo y le preguntan, la respuesta es rápida, contundente y rotunda: no. Si la respuesta es diferente a ese ‘no’, entonces es que la respuesta es ‘sí’.
Despejada esta duda, la otra que queda es saber si Adriana aguantará las presiones y seguirá firme en su intención. Mi pronóstico es que no. Es la demostración más palpable de lo que es el socialismo: una dice que no lo sabe, pero la respuesta es que sí, mientras que la otra afirma que sí, pero probablemente sea que no.
–Víctor J. Hernández Bru-