Obituario.- Luis López Navarro la historia viva de Felix

Este miércoles, día 10 de mayo, al encontrarme por los pasillos de la Casa Consistorial de Roquetas de Mar, me trasladó con abatimiento el académico y responsable de Protocolo José Manuel Navarro Ojeda, que había fallecido su familiar, Luis López Navarro, a la edad de 92 años, cuya alma cristiana pasó al descanso en la paz eterna del Paraíso. Igualmente, el profesor e historiador Ignacio Jiménez me mandó un correo electrónico recordándome con tristeza esta pérdida humana. Tras el funeral córpore insepulto habiendo recibido los sagrados Sacramentos y la bendición de Su Santidad, recibió cristiana sepultura en su amado pueblo de Felix. Todos quienes le conocíamos sabemos que era una gran persona y un buen amigo.
Destacar, que Luis López acompañó al poeta argentino nacido en la plaza de Pavía de Almería, Fermín Estrella Gutiérrez, en sus visitas a Roquetas y el Marchal de Antón López, sobre esos años 70. Siendo Presidente de la Diputación y del Consejo Rector del Instituto de Estudios Almerienses, Gabriel Amat Ayllón, en el Ayuntamiento de Roquetas de Mar se le hizo un homenaje a Fermín Estrella Gutiérrez, en el que Luis López Navarro colaboró y cooperó de una manera generosa, aportando fotografías de Fermín Estrella en esas visitas de los años 70 y deleitándonos con las experiencias que vivió cuando acompañó a Fermín y a su familia por esta comarca del Poniente almeriense.
Luis López Navarro, que nació un 13 de febrero de 1927, era una persona con elevada sapiencia y sabiduría, que aportó mucho de sus sentimientos más nobles desde el campo de la Historia y la Literatura, al Instituto de Estudios Almerienses, al Marchal de Antón López y a Roquetas de Mar, en dar a conocer a un gran poeta argentino, que nunca olvidó a las entrañas vetustas de su Almería, del Barrio de la Almedina, de sus años de infancia, antes de marchar en 1910 para Argentina.
Recuerdo, que al acto celebrado en el Salón de la Biblioteca Municipal de Roquetas de Mar, estuvieron presentes personalidades del ámbito de la cultura como Julio Alfredo Egea, Gabriel Cara González, Ignacio Jiménez Carrasco, Juanjo Ruiz Plaza, entre otros asistentes, quienes se dieron cita, junto con la Delegada de Cultura María Ángeles Alcoba, el responsable de Cultura Manuel Cruz, el exalcalde de Roquetas de Mar Juan Antonio Pérez Martínez y la coordinadora del IEA Nieves Molina, para acompañar a Luis López Navarro, que con la brillantez del don de su carisma y palabra ilustró los sentires más singulares y almerienses de Fermín Estrella.
Luis López, bondadoso y humilde, tenía una inmensa cultura, era una persona sociable con la que mantener una conversación era una oportunidad de impregnarse de los saberes, no solo académicos, sino del día a día de la vida. Vivía cerca de la Iglesia de San Agustín, en la Avenida de Pablo Iglesias, antes Versalles, de la capital almeriense, por lo que, tuve ocasión de encontrarme en bastantes ocasiones a pie de calle cuando asistía a las ceremonias religiosas en el convento de los Padres franciscanos, sede canónica de la Cofradía del Silencio.
Hijo de Amparo Navarro y de José López, oficial mayor de su ayuntamiento y secretario ocasional. Casado con Carmen González, felisaria igualmente, nacieron cuatro hijos: Felix (fallecido en un accidente en Sevilla), José Luis y las mellizas Carmen y Amparo. Asistió a la escuela pública, ayudando a su padre en las tareas municipales. Labor que le hizo conocer a fondo la documentación depositada en el archivo municipal y rescatar del amarillento de los papeles y del rescoldo del olvido la historia de Felix.
Asimismo, frecuentaba la oficina de Correos a cargo del padre de la profesora Maruja González Flores, gracias al cual pudo acceder a la lectura de los libros que llegaban a casa de este. Lectura un tanto heterogénea con la que no obstante inició su formación autodidacta y en la que tuvieron cabida novelistas populares y grandes figuras de la narrativa española: desde Pérez Galdós y Blasco Ibáñez a Miguel Delibes.
Tras el servicio militar en Valencia, opositó a RENFE. Con tan buena nota que logró en propiedad el puesto ofertado merced a su notable cultura general y al hábil manejo de las máquinas de escribir. Fue su único destino laboral durante décadas. Al principio en Valencia y seguidamente en Almería, donde se jubiló en las oficinas de la estación ferroviaria con el rango de jefe de negociado. Para atender a la economía familiar y poder y proporcionarles carrera universitaria a sus hijos, debió pluriemplearse de agente comercial a tiempo parcial. Representando, entre otras firmas, a la marca de moda Marie Claire. De acendrada fe católica, colaboró habitualmente en diversas parroquias en tareas de apostolado como “ministro de la comunión”. Fue corresponsal de la Voz de Almería en los años de 1965 a 1980.
Como le dijo en una entrevista publicada en el Diario de Almería el difunto e intelectual periodista Francisco Moncada al cronista e historiador Antonio Sevillano, ambos miembros del IEA, al señalar a Luis López Navarro como la persona que mejor representa el espíritu de Felix.
-Rafael Leopoldo Aguilera-



Fotos cedidas por Rafael Leopoldo Aguilera