Cinco siglos de historia: La Catedral de la Encarnación
Fue hace un año, el 4 de octubre de 2023, festividad litúrgica de San Francisco de Asís, cuando el Nuncio Apostólico del Papa Francisco en el Reino de España y el Principado de Andorra, arzobispo Bernardito Auza y Cleopas, quien con su báculo pastoral golpeaba con unción la puerta principal de la Santa y Apostólica Iglesia Catedral de Nuestra Señora de la Encarnación de Almería. Con este simbólico gesto eclesial se inició el Año Santo Jubilar declarado por el Santo Padre por la efeméride del 500 aniversario de la construcción del templo catedralicio.
Y, de esta forma y en comunión eclesial hemos llegado a la clausura de este Año Santo este próximo viernes, día 4 de octubre, cuya Santa Misa estará presidida por el arzobispo de Granada, José María Gil Tamayo, como cabeza visible de la provincia eclesiástica a la que pertenece la Diócesis de Almería. El tiempo es inexorable y tras un éxito de apostolado derivado de las actividades y actos que se han organizado en torno a este hecho de elevada importancia para toda la diócesis de la provincia de Almería, con la estrecha colaboración del cabildo de canónigos y operarios adscritos a la Catedral y al Obispado, se cumplimentará con letras amanuenses otra importante y grata página en la Historia local de nuestra Iglesia diocesana.
Se han dado multitud de acontecimientos de gran brillantez en sus resultados religiosos con la venida de cientos de almas, no solo de la diócesis de Almería, sino desde fuera de la misma, que han recibido de forma canónica las correspondientes indulgencias personalísimas que llevaba incardinadas la celebración de este Año Jubilar o el hecho de poder ser aplicadas estas indulgencias en sufragio por las almas de los fieles que están en el purgatorio.
Deseo hacer referencia, especialmente, dentro del ámbito de la curia diocesana, a nuestro obispo diocesano, Monseñor Antonio Gómez Cantero y, cómo no, teniendo presente, igualmente, a nuestro obispo emérito Monseñor Adolfo González Montes. Ambos prelados forman parte de esta Iglesia viva y en movimiento que sigue transmitiendo evangélicamente la Palabra de Dios como única semilla iluminadora de esperanza al inocular en el corazón de los creyentes y no creyentes, todos Hijos de Dios, el gran Misterio de la Fe.
He tenido la suerte de conocer a canónigos de oficio y de gracia del cabildo catedral y, especialmente, a quienes han ostentado la dignidad de Deán-Presidente, desde los difuntos Andrés Pérez Molina, José Guerrero Martín y Arturo Gallego Fábrega, a los que todavía forman parte activa como capitulares: Juan Torrecillas Cano (Maestro de Capilla), Francisco Salazar Zamora (Emérito), Manuel Pozo Oller (Fabriquero) y Juan José Martín Campos (actual Deán y Magistral). Habiendo estado en el oficio religioso de la última incorporación al cabildo del sacerdote y vicario general Ignacio López Román.
Hay dos libros muy interesantes para adentrarnos y conocer historiográficamente a nuestro cabildo, sacerdotes que se han destacado y destacan por su doctrina e integridad de vida. Por un lado, “Los Canónigos del Cabildo de la Catedral de Almería (1505-1936)”, tesis doctoral del canónigo archivero Francisco Escámez Mañas y “La Iglesia en Almería y sus Obispos” del que fuese también canónigo archivero y párroco del Sagrario de la Catedral Juan López Martín.
Finalizo, recordando lo que se recogió en el IV Sínodo de Almería presidido por Monseñor Rosendo Álvarez Gastón en relación con la Iglesia Catedral. Es el primer templo de la diócesis y sede del Obispo. En ella predica la Palabra, celebra la Eucaristía con su presbiterio y reúne en la Caridad a todo el pueblo cristiano. Este templo es un signo de unidad y está llamado a ser testimonio de la vitalidad de toda la diócesis. Es el lugar propio para la celebración de aquellos acontecimientos y actos que manifiestan la vida de nuestra Iglesia particular.
En definitiva, a colación de este IV Sínodo y ante la clausura del Año Jubilar, nuestra Iglesia catedral ha sido y continuará siendo un centro cultural cristiano y foco de cultura respondiendo así a sus orígenes para poder realizar su misión evangelizadora, de la que el apostolado seglar y dentro de este ámbito, los cofrades pasionistas y de gloria, tienen una importante labor que realizar. Paz y Bien.
Rafael Leopoldo Aguilera Martínez