EL CONFIDENCIAL.- Rubalcaba arrebata a IU la bandera de los sindicatos contra la reforma de Rajoy
Alfredo Pérez Rubalcaba se estrena como jefe de la oposición con una cerrada defensa, sin matices, de las posiciones de los sindicatos contra la reforma laboral aprobada por el Gobierno, y lo hace en abierta disputa con Izquierda Unida. El secretario general del PSOE ha llevado al pleno del Congreso la indignación de UGT y Comisiones Obreras con el decreto de Mariano Rajoy, con el mismo argumentario y las mismas interpretaciones sobre la “entrega” del mercado laboral a los empresarios que hacen las centrales y que también repite Gaspar Llamazares en la Cámara.
Rubalcaba no quiere ni puede admitir que nadie discuta ahora al Partido Socialista el cartel de representar a la izquierda en el Congreso aunque entre en contradicción con las medidas tomada por el Gobierno de Zapatero en su última etapa con él mismo como brazo ejecutor. El anuncio de que iba a hacer una oposición “útil” se empieza a perfilar como “oposición de supervivencia” por la vía de intentar encabezar las protestas contra el Gobierno y la primera la de los sindicatos.
El dirigente socialista acusó a Rajoy en el pleno del Congreso de haber roto “todos los equilibrios en las relaciones laborales” y de haber dado “todos los poderes” en ese ámbito a los empresarios. También criticó el abaratamiento del despido que incluye el decreto del Gobierno sin matiz alguno, igual que hace los sindicatos, olvidando que el Gobierno socialista abrió las vías para dejar las indemnizaciones en 33 o en 20 días por año en su reforma de hace casi dos años.
El Ejecutivo de Zapatero, con Rubalcaba de vicepresidente, rompió con los sindicatos en mayo de 2010 con motivo de los recortes en pensiones y en salarios públicos, pero también de las tímidas reformas laborales de Zapatero. Comisiones Obreras y UGT convocaron una huelga general en septiembre de ese año y después el gabinete socialista no se atrevió a seguir la senda de las reformas en las relaciones laborales, el núcleo del poder de los sindicatos. Ahora, con el cambio político, Rubalcaba intenta ponerse al frente de la manifestación para desgastar al Gobierno y que los otros partidos de izquierda no le ganen terreno.
Llamazares, en nombre de IU, también ha trasladado esa indignación de las centrales contra Mariano Rajoy y lo ha hecho en los mismos términos que Rubalcaba al calificar la reforma laboral de “estatuto de los empresarios”. También como el secretario general del PSOE, el diputado de IU dijo que el Gobierno permite a los empresarios obligar a los trabajadores a elegir entre el recorte de salario o el despido. Como si no existieran los convenios ni los comités de empresa ni los sindicatos.
Rajoy ha respondido con palabras de comprensión a las centrales y al propio dirigente socialista, pero sin dejar de apuntar al motivo principal de preocupación de UGT y Comisiones. “Entiendo que no les guste, es cierto que las asociaciones empresariales y los sindicatos pierden poder, pero yo tengo que gobernar para la gente, para los trabajadores”.
Los primeros pasos de Rubalcaba, unas horas antes de reunirse con Rajoy en Moncloa para intentar abordar los cambios en muchas de las instituciones y entes públicos del Estado, son de oposición total en los asuntos que desgastan al Gobierno, aunque supongan romper con su pasado reciente como es el caso del desarrollo de la ley antidéficit impulsada por el propio Zapatero con la reforma constitucional del pasado verano.