El turismo sale en rescate de la economía española
Como ha dicho algún medio de comunicación, el sector turístico español hace su agosto a costa de la primavera árabe. El aumento de la actividad se debe, según la patronal del sector, en exclusiva a la demanda extranjera. Los españoles no tienen el bolsillo para aumentar su demanda de turismo nacional. La demanda nacional, por el contrario, se ha contraído, bien que a menor ritmo según iba avanzando el año.
El sector ha crecido un 2,6 por ciento, por el 0,7 de la economía en general. Y ha creado 16.935 empleos netos, frente a los casi 62.000 y los más de 112.000 que han destruido, respectivamente, las industrias extractivas y manufactureras y la construcción. Esta evolución es positiva, pero según advierte el informe de Exceltur “sólo ha servido para recuperar parte de la intensa pérdida de actividad turística sufrida en 2008 y 2009”.
Casi dos de cada tres empresas turísticas, el 64,1 por ciento, han aumentado sus ventas. Las ventas, pero no los beneficios. José Luis Zoreda, vicepresidente de Exceltur, ha destacado que, según sus datos, “la presión y la contención de precios y el fuerte aumento de los costes han impedido una recuperación más intensa en resultados”.
El número global de turistas subió un 4,4 por ciento hasta los 980 millones de personas. Cayó un 8 por ciento en Oriente Medio y un 12 en el Norte de África, de lo que se ha beneficiado España, donde el número de turistas ha aumentado un 8 por ciento.
¿Cuáles son los destinos que más han mejorado? En primer lugar, las islas: Baleares y Canarias. En una segunda fila, Cataluña y la Costa del Sol. Y, también, las principales ciudades de Andalucía, así como Madrid y Valencia.
Las perspectivas para este año son de un crecimiento de sólo el 0,2 por ciento. Exceltur cree que los turistas que nos han visitado de más este año debido sólo a que sus destinos preferidos, en el Norte de África y Oriente Medio, eran demasiado riesgosos, volverán este año a ellos. Ello dependerá, no obstante, de la medida en que remita la inseguridad en esos destinos y de la capacidad de la oferta española de retener a los nuevos clientes. Lo más importante, sin embargo, es la nueva caída en la actividad económica, que afectará al turismo nacional pero también al foráneo.
La presentación de estos datos se produce sólo horas después de la muerte de Manuel Fraga. Por descontado que la importancia de Fraga va mucho más allá de esto, pero no cabe duda de que él fue el creador de la política turística en España. No el creador de la industria, porque eso lo hicieron los millares de empresarios que se lanzaron a explotar el indudable potencial turístico español.